Síndrome del impostor ¿Qué es y cómo acabar con este?

¿Has sentido que no eres la persona adecuada para un puesto de trabajo, que tu entorno te cree más capaz de lo que realmente eres, o simplemente que no eres suficiente? Si tu respuesta es sí, podrías estar ante el Síndrome del Impostor, un trastorno más común de lo que se piensa y que le puede dar a cualquier persona, generando que empiece a sabotear su propio éxito.

Según diversos especialistas, y tal y como lo explica BBC, este síndrome afecta hasta a 7 de cada 10 personas y se caracteriza por esa sensación de que no eres lo suficientemente bueno para hacer lo que haces o tener lo que tienes. Es decir, quienes lo padecen muchas veces van por la vida creyendo que todo lo que han logrado no son más que "golpes de buena suerte", y que pueden desaparecer en cualquier momento.

Una sensación que a su vez genera otras complicaciones: dudas, ansiedad, estrés, dificultad para realizar tus tareas diarias y problemas en el trabajo. La buena noticia es que este trastorno lo puedes aprender a reducir, controlar e incluso eliminar.

Kess Eruteya, de Harvard Business Review, ha presentado algunas acciones que puedes seguir para que esto no controle tu vida, y en Sir Fausto queremos que las conozcas.

¿Cómo acabar con el Síndrome del Impostor?

1.- Reconoce tus logros

Además de decir gracias, cuando escuches que alguien te diga "Buen trabajo", debes aprender a apropiarte de esos cumplidos, y sentir seguridad de que realmente está siendo como los demás lo perciben. Ojo que esto no se trata de ir por la vida como un presumido, pero sí de reconocer que cada pequeño paso que das es valioso, muy valioso.

Sabemos que te costará al inicio, y por lo mismo Harvard propone que al final del día, hagas una lista con tus pequeñas victorias. Ahora, si al final de la semana las celebras, mucho mejor, ya que esto te ayudará a reconocer todo lo que lograste y estarás premiándote con un momento que te hará sentir bien.

2.- Busca ser más positivo.

Nunca nada es perfecto; a veces algo sale mal y hay errores que corregir, pero enfocarnos sólo en ello no hará más que traer consecuencias importantes en tu salud mental. Está bien estar mal, y tener días de energía baja, pero la única forma de seguir y mantenernos firmes es siendo positivos, y felicitándonos y disfrutando con aquello que hacemos bien.

3.- El plan es que desde ahora tendrás un plan.

Muchas veces el no sentirte suficiente en tu trabajo o creer que no eres capaz, es producto del estrés. Te ves lleno de tareas, y no sabes cómo ir sacándolas adelante de manera organizada, y por lo mismo necesitas tener un plan.

Ojo, no queremos que planifiques cada segundo de tu día a día, pero que sí crees un calendario que te permita estar organizado, y disminuir con ello el estrés y la ansiedad. Además, a medida que avances podrás ir tachando la lista, y sentir ese placer al ver tu progreso.

Olvídate de la falsa modestia

Insistimos en que no se trata de ir por la vida como un presumido, pero es importante que seas amable contigo mismo, que seas capaz de reconocer tus fortalezas y las resaltes. Y es que al cambiar la forma en la que te describes, y tu mentalidad, estarás proyectando la mejor versión de ti.

Busca pruebas

Si no crees lo que tu entorno o tus pares te dicen, encuentra la forma de medir tus capacidades. ¿Crees que eres malo en el trabajo? Pues busca datos de cómo han sido evaluados tus proyectos, qué resultados han tenido, si alguna de tus ideas se ha implementado o simplemente piensa en cuánto tiempo llevas en la empresa. Todos estos son indicadores claves y MUY objetivos.