SUSCRIBETE A NUESTRA NEWSLETTER Y OBTENDRÁS -20% EN TODA LA WEB📦ENVÍO GRATIS A PARTIR DE 35€ en España Península 📦

¿Cómo está tu salud mental? 3 señales a las que debes prestar atención


"Son pocas las cosas positivas que podemos rescatar de una pandemia. Que se hable de salud mental, y que los hombres hablen de salud mental es una de ellas. Los hombres por fin están consultando. Me he dado cuenta que ahora no llegan por una crisis, ni por una depresión avanzada, sino que lo hacen simplemente por algo que les está pasando que los tiene reflexionando", nos cuenta el psicólogo clínico Nicolas Fernández. Una afirmación que nos pone muy felices, pero que a la vez sabemos que aún no es suficiente. 

Durante años se nos ha dicho que los hombres podemos con todo, que no necesitamos ayuda, que somos guerreros y podemos ir siempre afrontando la vida con entereza. Pero ¡ERROR! Y es que al igual que las mujeres somos humanos, y los humanos sienten. Y como sabemos que no es culpa tuya, ni mía, sino de los estereotipos que han perdurado en la sociedad, junto a Nicolás queremos poner en manifiesto 3 señales a las que debes prestar atención si estás preguntándote en este momento por tu salud mental.

1.- Si estás viviendo un conflicto y está afectándote como persona. Si antes me gustaba ir al campo de fútbol y ahora no te gusta. Si no le encuentras sentido a lo que te gustaba... Debes pedir ayuda.

2.- Si te está pasando algo que está influyendo en tus relaciones personales, con tu pareja o hijo... Debes pedir ayuda.

3.- Si esta situación afecta a tu trabajo, y por ejemplo dejas de ir a reuniones o si dejas de entrar a clases virtuales. Debes pedir ayuda.

Ante esto mínimo debemos ir a una sesión de informativa, que nos permita recibir algo. Recuerda que hay emociones que debemos sentir, y muchos hombres no saben identificarlas.

¿Por qué pedir ayuda? 

Primero que todo, porque debemos entender que lo que sentimos está bien. Tenemos que aprender a sentir y no solo felicidad, sino también rabia, pena, enfado, decepción, ansiedad, y más. Generalmente los hombres funcionamos entre la felicidad y la rabia. Sólo parece que conocemos esos estados. De ahí que cuando nos sentimos afligidos mostramos rabia y no pena, se nos ha educado para atacar, pero no para sentir pena. Hemos sido educados desde nuestros ancestros para funcionar. Y NO ESTÁ BIEN.

Y en segundo lugar, y muy importante: la terapia es un espacio válido, y así como decimos que haremos deporte, hacer terapia es una forma más de hacerse cargo de nuestra salud.


La importancia de normalizar 

Se culpa mucho al hombre por cómo funciona, pero es muy difícil salir desde un lugar cómodo a uno incomodo. Por ello es importante normalizar el proceso, y también compartirlo con amigos. 

¡Esto es un tema de grupo! Por eso resulta necesario permitir que nuestros amigos se expresen, crear un espacio seguro y no reírnos si alguno dice que tiene pena. 

¿Cómo dar el primer paso?

Si no sabes a quién recurrir, siempre es una buena opción preguntar a algunos amigos. También te recomendamos buscar un psicólogo